“Un flujo bien diseñado no solo evita contagios cruzados: también te prepara para auditorías OSHA y asegura la bioseguridad hospitalaria.”

 

Más que limpieza, control del riesgo

En una lavandería hospitalaria, el riesgo no está solo en la ropa sucia, sino en cómo fluye dentro del proceso.
Un mal diseño puede causar recontaminación, incumplimiento normativo y pérdidas en inspecciones OSHA o de control sanitario.

Implementar un flujo unidireccional, zonificado y con registros documentados no solo garantiza seguridad biológica, sino también confiabilidad operativa y trazabilidad completa.

A continuación, te mostramos un blueprint operativo OSHA-ready, adaptado al contexto latinoamericano y hospitalario, que describe paso a paso cómo lograr un flujo limpio, seguro y auditable.

 

1. Zonificación y sentido único del flujo

Objetivo: Evitar que la ropa limpia entre en contacto (directa o indirectamente) con la ropa sucia.

Zona

Descripción

Requisitos OSHA / control

Zona Roja (contaminada)

Recepción y clasificación de ropa sucia.

Ventilación independiente, pisos lavables, EPP obligatorio, señalización de riesgo biológico.

Zona Amarilla (transición)

Lavado, secado y control de humedad.

Separación física o barrera (pared, esclusa o doble puerta). Procedimientos de desinfección cruzada.

Zona Verde (limpia)

Doblado, empaque, almacenamiento y despacho.

Control de acceso, presión positiva, limpieza programada, control microbiológico periódico.

 

Regla OSHA de flujo unidireccional:

La ropa solo puede avanzar de Zona Roja → Zona Amarilla → Zona Verde.
Nunca retroceder o cruzar rutas.

2. Clasificación y contención segura

El manejo inicial determina el nivel de bioseguridad del proceso.

Buenas prácticas:

  • Usa bolsas solubles o resistentes a fluidos para contención de textiles.

  • Identifica la carga por origen y nivel de contaminación (quirófano, UCI, lavandería general).

  • Desinfecta carros y bandejas tras cada uso.

  • Mantén registros de entrada y volumen diario por área de origen.

Error crítico común:

Reabrir o manipular bolsas sucias dentro del área limpia.
Esto rompe el flujo y puede causar contaminación cruzada invisible (aerosoles, fibras, partículas).

lavandería hospitalaria rd

3. Controles en lavado y secado

La fase de lavado es el corazón del proceso, donde se neutraliza la carga microbiana.

Etapa

Control crítico

Procedimiento OSHA-ready

Registro requerido

Lavado térmico o químico

Temperatura ≥71°C (mínimo 25 min) o desinfección química validada.

Ciclo controlado y verificado por sensores.

Bitácora de ciclo de lavado.

Enjuague final

Elimina residuos químicos.

Uso de agua tratada, revisiones semanales.

Registro de calidad del agua.

Secado

Asegura eliminación de humedad residual (<2%).

Tiempo y temperatura verificados.

Registro digital o manual de lote.

Riesgo clave: Lavar con exceso de carga o mezcla de textiles contaminados → reduce efectividad del ciclo térmico y genera recontaminación postlavado.

 

4. Doblado, empaque y trazabilidad

Una vez seca, la ropa debe pasar solo al área verde mediante esclusas o carros dedicados.

Controles esenciales:

  • Doblado sobre superficies sanitizadas.

  • EPP diferente al de zonas sucias.

  • Empaque con bolsas selladas o film retráctil, según protocolo hospitalario.

  • Etiquetas con: lote, fecha de lavado, turno y operario.

Checklist de trazabilidad:

  • Fecha y hora del lavado

  • Temperatura y tipo de ciclo

  • Área de destino (quirófano, UCI, general)

  • Operario responsable

  • Fecha de entrega

 

5. Despacho y almacenamiento final

La ropa limpia debe mantenerse aislada hasta su entrega.

  • Almacena en estanterías cerradas o cubiertas, con flujo de aire limpio.

  • Controla temperatura y humedad relativa (<60%).

  • Transporta en carros exclusivos para ropa limpia, diferenciados por color o código.

Nunca mezcles ropa limpia con contenedores que hayan tenido ropa sucia, incluso si fueron lavados sin desinfección validada.

Mapa de riesgos en el flujo hospitalario

Etapa

Riesgo principal

Control aplicado

Recepción

Aerosoles contaminantes

Barreras físicas + EPP completo

Clasificación

Contacto directo con fluidos

Guantes, delantal impermeable

Lavado

Temperatura insuficiente

Sensor + registro

Secado

Humedad residual

Control térmico automático

Doblado

Recontaminación superficial

Sanitización y presión positiva

Transporte

Contaminación cruzada

Carros exclusivos y trazabilidad

 

Validación y auditoría OSHA

Toda lavandería hospitalaria debe documentar tres pilares:

  1. Procedimiento escrito: mapas de flujo, roles, EPP y rutas.

  2. Registros de proceso: bitácoras, controles térmicos, calibración de equipos.

  3. Evidencia fotográfica y de limpieza: auditorías internas y externas.

Mantener registros digitalizados mejora trazabilidad y acelera auditorías OSHA o ISO 45001.

Para asegurar cumplimiento total y adaptar tu proceso a las exigencias locales, consulta la guía completa:

Preguntas frecuentes

¿Qué significa un flujo OSHA-ready en lavandería hospitalaria?

 Es un flujo operativo diseñado para cumplir normas de bioseguridad y prevención de recontaminación, con rutas unidireccionales y controles documentados.

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Ut elit tellus, luctus nec ullamcorper mattis, pulvinar dapibus leo.

 ≥71°C sostenidos durante al menos 25 minutos, o desinfección química equivalente.

Separando físicamente áreas limpias, usando EPP exclusivo y superficies sanitizadas.

 Registros de temperatura, trazabilidad por lote, control microbiológico y verificación de rutas unidireccionales.

Conclusión: flujo limpio, cumplimiento garantizado

Diseñar un flujo operativo OSHA-ready no es solo un requisito normativo, sino una inversión en seguridad sanitaria y eficiencia operativa.
Cada etapa —desde la recepción hasta el despacho— debe documentarse, controlarse y mantenerse separada físicamente.

¡Haz tú pedido!